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ERNEST COMPTA LlINÀS

El pintor de la vulnerabilidad

 

En ocasiones podemos encontrarnos con pinturas que nos llaman como un canto de sirena. Los cuadros nos gritan para buscar nuestra atención, nos cautivan, nos seducen, nos observan incluso más de lo que lo hacemos nosotros como espectadores. Tienen mucho que decir y pretenden que alguien los escuche. Muchos de los retratos de Ernest Compta Llinàs pueden entenderse de esta forma.

Las reminiscencias picassianas en sus pinturas se hacen evidentes con un vistazo fugaz, pero si nos detenemos en atender a los detalles, podemos ver más allá. Los tonos pálidos en la tez de sus protagonistas, las gruesas líneas negras que refuerzan intensamente la expresividad de los personajes, el contraste entre la piel grisácea, totalmente monocroma, con el color que preside el fondo…

Los personajes de Compta Llinàs son seres frágiles, frustrados, dolientes, tristes, que rozan en ocasiones el patetismo. Es lo que el pintor quiere que veamos, porque eso es lo que se esconde realmente detrás de estas personas. Son la manifestación de la faceta más íntima de su alma, aquello que no enseñan a nadie, ni tan siquiera a sus allegados.

Compta Llinàs tiene la capacidad de atravesar las barreras mentales entre él y el retratado para desvelar esa faceta melancólica de sus protagonistas. Aísla y elimina el color de las personas, literalmente. Muestra las emociones sin filtros. Es esta honestidad en la expresión de sus personajes lo que permite elaborar su discurso. Su obra nos da la oportunidad de bajar nuestras defensas y recibir con los brazos abiertos las meditaciones, dudas y esperanzas del artista, siempre en post de reflexionar y hacer las paces con nuestros demonios interiores.

Pablo Santirso García

Licenciado en Historia del Arte por la Universidad Autónoma de Barcelona

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